lunes, 12 de diciembre de 2011

Don Thompsonm EL TIBURÓN DE 12 MILLONES DE DÓLARES



http://www.revistadelibros.com/articulos/precio-y-aprecio-del-arte-actual
El precio de ciertas obras se utiliza a menudo como argumento para expresar una aversión hacia el arte. ¿Por qué se presta tanta atención a ese pequeño segmento del mercado del arte en el que los precios son disparatados? El libro de Don Thompson ha obtenido una aprobación casi unánime por parte de quienes lo han reseñado por la simple razón de que refuerza las opiniones negativas más tópicas sobre el arte actual. El autor es un economista especializado en marketing, profesor en la Universidad de York y colaborador de The New York Times y The Wall Street Journal que, aunque se dice coleccionista, reconoce que no es un experto en arte, dando por sentado que la inmensa mayoría del público comparte su perplejidad y su desprecio hacia éste. No es sólo que repruebe a Damien Hirst o Jeff Koons, máximos campeones de las subastas; le parece incomprensible que se valoren las obras de Yves Klein, Donald Judd, Félix González-Torres, Jean-Michel Basquiat, Rachel Whiteread... Aunque tengamos claro desde un principio que el suyo no es un libro de crítica, sino un acercamiento a la economía del arte, las constantes pullas a los artistas hacen difícil considerarlo como un estudio ecuánime. Su principal tesis es que el mercado del arte está regido por la lógica de la marca. Entiende que, al no haber criterios fiables para valorar la calidad estética de las obras, y ante la ignorancia en materia artística de los nuevos coleccionistas, queda sólo confiar en que lo más mediático y lo más caro habrá de ser lo mejor. Hay, concluye, casas de subastas, galerías, artistas, coleccionistas y museos «de marca». Tampoco es que sea un gran descubrimiento. Thompson tiene razón en muchas de sus apreciaciones pero, aunque menciona más de una vez que los artistas de marca constituyen una mínima proporción de los que hay en activo, y es consciente de que las galerías de marca son una minoría, no deja de inducir la impresión de que todo el mercado del arte se guía por los mismos criterios, sigue los mismos mecanismos y sufre las mismas taras.

2 comentarios:

  1. Francamente existe la "marca" en el arte, y en algunos casos está francamente sobrevalorado.

    El problema es que el arte no tiene una clara frontera entre lo que es y no es arte, ni una escala irrebatible de valores.

    Otro artículo hablando de ello, en este caso de obras de arte que se sobrevaloraron en su día y ahora no hay quien las compre:
    http://www.elpais.com/articulo/cultura/sobrevaloracion/economica/empana/subastas/elpepucul/20110504elpepucul_1/Tes

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  2. Curioso artículo al respecto:
    http://eleuropeo.es/news/article/el_arte-facto_postmoderno/

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